El láser se ha consolidado como la tecnología más eficiente para el corte de metales en la actualidad. Este avance se debe a la incorporación del sistema de corte por láser de fibra óptica, que reemplazó a los equipos de corte láser con tecnología de CO₂ —basados en tubos de gas y guiado por espejos— y a métodos más antiguos como el Plasma o el Oxicorte.


Láser de fibra óptica:

La fibra óptica, a través de un láser de estado sólido, permite conducir y amplificar la luz con gran eficiencia. Su funcionamiento se basa en cuatro características fundamentales:

  • Bombeo de luz: los diodos láser emiten luz que se introduce en la fibra óptica.
  • Medio de ganancia: la fibra contiene iones de tierras raras (como el iterbio), que absorben esta luz de bombeo y se excitan a niveles de energía superiores.
  • Amplificación: al retornar los electrones a su estado original, liberan fotones que refuerzan la señal luminosa dentro de la fibra.
  • Salida del haz: el haz láser resultante se moldea y se libera, creando un rayo de alta intensidad y calidad.

A esto se suma el uso de cabezales láser con seguimiento automático de altura, que garantizan mantener la distancia focal óptima en todo momento.
De esta manera, el corte por láser de fibra óptica se posiciona como la alternativa más eficiente y duradera para el trabajo con metales. Sus ventajas se reflejan en una reducción de costos operativos, mayor precisión y velocidades de corte superiores, resultados inalcanzables para tecnologías anteriores como el Plasma o el Oxicorte.


Características destacadas del láser de fibra óptica:

  • Estabilidad: los láseres de estado sólido alcanzan una vida útil de hasta 100.000 horas.
  • Precisión: el transporte de la luz por la fibra óptica es eficiente y libre de descalibraciones. La manguera está protegida por un recubrimiento de acero flexible que facilita el movimiento y previene daños.
  • Potencia: esta tecnología permite desarrollar equipos cada vez más potentes, desde 1.000 W hasta 20.000 W
  • Eficiencia energética y medioambiente: con tasas de conversión fotoeléctrica de entre el 70 y el 80%, la mayor parte de la energía consumida se transforma en potencia de corte. Esto se traduce en procesos más productivos y sostenibles.
  • Bajo mantenimiento: el único consumible es un lente de protección con una vida útil aproximada de 400 horas. Además, no requiere calibraciones frecuentes ni intervención de personal especializado, como ocurre en sistemas de láser con espejos.

Nota: El presente articulo ha sido elaborado en base al conocimiento técnico de nuestro equipo calificado. El fin del articulo es meramente informativo.